Curso de Facilitadores: ¡Una celebración!

Cuerpo liviano y claro. Claridad y al mismo tiempo, tranquilidad. Sensación de llevar el cuerpo sin esfuerzo. Son algunas de los hilos pos- curso de Meditación activa del fin de semana pasado. Hilos que seguramente forman parte de una trama, o varias, pero poco importa su entramado, sus nudos, o los atranques del tejido.
Un sábado y domingo pasando por varias meditaciones, transitando músicas, lugares inexplorados, sonidos nunca escuchados, movimientos nunca ensayados… completa libertad para el cuerpo y encuentro con espacios sin espacio, con sonidos sin sonidos, silencio interno, griterío interno, mezclas, fusiones, confusiones, alegría, dolores, movimiento, quietudes, opresiones, solturas. Todo pasó en mí en estos dos días. Y al mismo tiempo, no pasó nada. Encontré un espacio de Nada, de vacío, de maravilloso vacío, hermosamente habitable…
Un espacio al que sé que puedo volver cuando quiera, y que necesito mostrar a otros.
Con esta idea volví a mi pueblo: “es un espacio que necesito mostrar a otros”.
Y realmente, no sé si es un espacio, si la nada es un espacio, o qué es… pero la meditación es una puerta para ir ahí. Yo sentí eso el fin de semana del curso. Y volví con tanta energía, que a la semana facilité dos meditaciones activas, la dinámica y No Mente, en los grupos de yoga a los que doy clases. ¡Y fue una experiencia maravillosa! Esto fue el sábado 28 ¡y ya me están preguntando cuándo es la próxima! ¡Y eso me da mucha alegría!
Me pareció muy interesante y valiosa la mirada “no analítica” ni de interpretación que propicia Tab en el curso. Todo el tiempo observé esto, y lejos de ser distante, este pararse en terreno neutral, a mí, por lo menos, me acercó a una posibilidad mucho más libre de encuentro conmigo y con mis propias interpretaciones personales, y me ayudó a no quedarme pegada a ellas. Lo agradezco y lo tomo como uno de los aprendizajes del curso.
¡Mi cuerpo está vivo y lo celebro! ¡Muchas gracias!
Fabiana Rivero

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